Fuente: Cordobadeporte
El conjunto gualdiazul acusa la falta de rotaciones en la primera línea durante la segunda mitad del Trofeo Ciudad de Palma
Hay derrotas tan dulces que en el fondo parecen otra cosa. Así se marchó el Ars del Trofeo Ciudad de Palma del Río tras medirse al Antequera, un Asobal repleto de comunitarios y jugadores nacionales de fuste. Aparentemente, los positivistas podrán decir que siete goles de diferencia entre uno y otro equipo son demasiados. Sin embargo, un análisis más profundo del partido, lo que la Historiografía llama "corriente marxista", aclararía que al Ars le faltaron relevos para su primera línea. De ser así... tal vez estaríamos contando otro desenlace.
Porque la primera parte del Ars fue para enmarcar. Sencillamente, aceptó el desafío del Antequera de ponerle ritmo al choque. Los gualdiazules, que emplearon el color naranja ayer, salieron lanzados. Chispi ejerció de showman, el tanque Rafa Baena aplastaba a la torre de rubios y Manu López demostró que no es el portero titular del Ars, sino el portero a secas (Lolo y Ramón deberán pasar muchos minutos en el banco). Con estos condicionantes, la escuadra palmeña estuvo por delante 17 minutos.
Un equipo de la B se hubiera desplomado ante el vendaval de los locales. Sin embargo, el Antequera demostró sus galones de Asobal. Hans, con las medias al estilo Schwensteiger (¡hasta las rodillas en pleno agosto!), nivelaba el marcador y Jorge Martínez parecía un robot bajo el arco. Él solito le comió la moral a Edu, que erró hasta cuatro lanzamientos desde el costado derecho. Tras esa pequeña reacción de los malagueños, que coincidió con los cordobeses Paco Bustos y Luisfe sobre la pista, el Ars tuvo arrestos para rehacerse del (7-8) y colocarse 12-10 gracias a la velocidad de la primera línea o la fuerza de Baena.
Estos minutos encendieron las alarmas de Antonio Carlos Ortega, muy enfadado con su equipo. El Antequera apretó las clavijas defensivas y volteó el marcador para llegar a los vestuarios con un 15-16. Sólo hacía falta saber hasta cuando aguantaría el Ars. Su primera línea era tan limitada que presentaba a Víctor, Dani, Chispi y al polivalente Dublino, que se lució en la continuación sacando las esencias de una zurda prodigiosa. Pese a la infinita voluntad gualdiazul, el rodillo del Antequera apretó para evitar sobresaltos. Apareció Hans para disparar a los verdes. Kogosev, uno de esos matusalenes que tiene el balonmano, demostró que no ha olvidado nada con el tiempo y Alexis dejó la impronta de un futuro internacional. Conclusión: Al Ars se le fue el partido.
Sin minutos de basura
Por si no fuera bastante, Chispi se llevó un golpe en la cabeza y estuvo missing en los 20 minutos finales por precaución. Entonces, llegó el (21-28) y bye bye al partido. Demasiado pronto, demasiado injusto. Moreno así lo entendió con los cambios en la portería (Lolo y Ramón están a años luz de Manu López) y con la entrada de Martínez, un extremo juvenil. El Ars perdió el partido de siete goles, que dirían los positivistas, aunque dejó señales muy interesantes, que dirían los marxistas, como los dos goles finales de Edu para levantar su autoestima. Sólo le hacen falta un par de fichajes, Vertos y Joaquín López, que ayer abandonó El Pandero sabiendo que llega a un equipo serio y que dará que hablar en la B. Por cierto, el sábado (19.00) se volverán a encontrar ambos equipos en la segunda semifinal de la Copa Andalucía.
Ficha técnica
28 Ars: Manu López; Edu (2), Baena (8), Josema (2), Chispi (5, 2p), Dani (2) y Víctor (4, 1p) -siete inicial-, Dublino (5, 1p), Martínez, Carlos, Lolo y Ramón.
35 Antequera: Martínez; Kogosev (4), García Vega (5, 3p), Hans (7), Luvek (1), Ohm (2) y Alexis (3) -siete inicial-, Xavi, Moya (1), Bustos (1) Curkovic (1), Luisfe (1), Ramos (2), Obradovic (3), Ostarcvic y Cid (4).
Árbitros: Jiménez y Guillena (Sevilla). Excluyeron a Chispi, Víctor Luisfe, Alexis y Ostarcevic.
Parciales: 2-1, 4-3, 6-6, 10-9, 12-13, 15-15 (descanso), 18-20, 19-24, 21-27, 24-30 y 28-35.
Incidencias: 400 espectadores en El Pandero.